En otros tiempos;
En el preciso momento de su despedida,
Brotó el anheloso hálito de un suspiro
Que paralizó no sólo la mente de la gente presente,
Sino todo el entorno que rodeaba la sala,
Colmada de cirios que
pusieron para su partida
Quien aferrado a la vida
Le vino a su obcecada memoria
Si tal vez esa exhalación,
Seguida de breve pausa y emoción vana,
Hiciera que la muerte se apiadase de él
Para seguir aferrado a la vida, y junto a su amada.
Pasaron los años y no perdura en la memoria: pero
Replican que en la mismísima sala?,
el mismo lugar,
El mismo día, la hora;
Hasta el ambiente se torna propicio.
El espíritu de su amada
Llega sólo para escuchar
De él, el Último suspiro
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