Si tienes una madre todavía
da gracias al Señor que te ama tanto,
que no todo mortal cantar podría
dicha tan grande ni placer tan santo.
Si tienes una madre sé tan bueno
que ha de cuidar tu amor su faz preciosa;
pues la que un día te llevó en su seno
siguió sufriendo y se creyó dichosa.
Veló de noche y trabajó de día,
leves las horas de su afán pasaban;
un cantar de sus labios te dormía
y al despertar, sus labios te besaban.
Enfermo y triste te salvó su anhelo,
que sólo el llanto por “su bien querido”,
milagros supo arrebatar al cielo
cuando ya el mundo te creía perdido.
Ella puso en tu boca la dulzura
de la oración primera balbucida,
y plegando sus labios con ternura
te enseñaba la ciencia de la vida.
Si acaso sigues por la senda aquella
que va segura a tu feliz destino,
herencia santa de la madre es ella,
tu madre sola te enseñó el camino.
bellizimo
ResponderEliminarfalta parte de la letra
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