sábado, 25 de abril de 2015

Poesías al trabajador

Arjona Delia

Trabajan mujeres y hombres

sin descansar, de enero a enero,

los llamamos trabajadores,

asalariados, jornaleros.



Son muchos los que con su oficio

hacen la patria madrugando,

y ganando van el sustento,

muchos tienen malos salarios.



Los trabajadores del campo

que van empuñando el arado,

cosechando campos de trigo

frutos de su duro trabajo.



El hachero con su machete

tira abajo al fuerte quebracho,

y va labrando la esperanza

que sea justo su salario.



Hombres que empuñando

el martillo,

están peleándole a la vida,

con las fuerzas y la esperanza

de llevar pan a su familia.



Maestros, médicos, bomberos,

enfermeros y barrenderos,

madrugan todas las mañanas

buscan el derecho al sustento.





Hombres que forman a mi patria,

llevan las marcas en sus manos,

señal de su duro trabajo,

obteniendo magros salarios.



Pongamos en alto sus nombres

a los obreros, jornaleros,

los luchadores del sustento,

démosle reconocimiento.

martes, 14 de abril de 2015

Indiana (Wiracocha Inca)

Sixto López Ballesteros (1860 – 1907, paceño de nacimiento)

El adoraba el sol –ella, la Ñusta,

la vestal de sus templos aquel día,

vio que lánguida y triste en sus altares,

la ofrenda de su dios se consumía.

Y aquel monarca, aquel monarca indiano

que su cetro inmortal regó con llanto,

vio que al pasar las sombras de la tarde

se llevaban jirones de su manto.

Los severos arúspices, sumidos

en la regia tristeza de su duelo,

vieron que algo pasaba extraño y lúgubre,

algo extraño en la tierra y en el cielo.

Velando se halla el sol. . . ya las gaviotas

no rizan con sus alas los cristales

del lago azul, ni cantan en la selva,

en la vecina selva los turpiales.

El pueblo está de hinojos: desde lo alto

del Pucara Imperial hasta la playa

se oyen gritos de muerte y de agonía,

que estremecen la Incaica atalaya.

Llora, viejo monarca de las nieves,

llora, viejo monarca de los lagos,

donde un día se alzaban tus palacios,

morada de cantores y de magos.

Augusto Wiracocha, que en las selvas

entonas tus dolientes elegías –

y predices la muerte de tu raza

y predices sus lentas agonías:

Llora en la Isla del Sol donde en la noche

al lúgubre gemido de los vientos,

vaga tu regia sombra – y aún se escucha

el eco sepulcral de tus lamentos.

Muda está la zampoña, no se escucha

aquella sinfonía del que llora,

con que el hijo del Inti sollozando

saludaba a los vientos y a la aurora.

domingo, 12 de abril de 2015

Reflexiones de un niño

Rómulo Quintana Soza

Pregunto al Hambre

que estruja con sus manos

el dolor de mi estómago:

¿Cuándo comeré?



Pregunto a la Noche

que lastima mis huesos

con sus fríos brazos:

¿Cuándo me abrigaré?



Sufriendo,

los arteros golpes de la sociedad,

cansado de llorar

sin lágrimas;

de sufrir sin culpa,

de vivir sin vida.



Quiero...

Olvidar mi pena.

Quiero...

Mirar la luz del día.

Quiero...

Sentir el calor,

Quiero...

alejar la oscuridad fría.



Quiero llenar mi barriguita con

"el santo pan de cada día"...

sábado, 11 de abril de 2015

Robar una sonrisa

Por: Delia Arjona

Es delicioso robar

una sonrisa de un niño;

él, quedará sorprendido,

y tú quedarás feliz...

si teneís un día gris...

has la prueba, es muy lindo.



No solo han de ser amigos,

aquellos de tu edad;

en los niños, hallarás,

interés por tus historias;

pues si aún cargas memoria,

ahí, podés aprovechar...



En su pureza total,

el niño ve a los mayores,

con matices y colores

a según su fantasía;

nunca le cuentes mentiras...

cuenta lo que te emocione.



Tu niñez, tus ambiciones

de aquellos años dorados;

son un sabroso bocado

pero lo has de aderezar;

tu infancia no es ¡tan allá!

ese niño, está en el hombre.



Verás que tu repertorio...

para él, es cosa sabida...

que gusta de la poesía,

claro... adecuada a ese fin;

y él tiene héroes a por mil,

que hasta es fácil que te asombre.



¡No seas sicote, hombre!

abre tu pecho a ese encanto;

un niño razona tanto,

como vos o como yo;

por algo los puso Dios,

para seguir nuestros pasos

domingo, 5 de abril de 2015

No entendieron

De: Camilo Valverde Mudarra

"Todo está cumplido, e inclinando la cabeza,

entregó su espíritu" (Jn. 19,30).





Lo mataron santones con poderes,

porque mostró a Dios, Padre muy cercano,

al prójimo, lo hizo nuestro hermano,

y al enemigo, objeto de quereres.



Lo mataron por dar sus pareceres,

porque tendió a la adúltera su mano,

porque, a la viuda, dióle el hijo sano,

y trató en igualdad, a las mujeres.



No entendieron ni oyeron su mensaje,

que Dios, Amor, está en y con nosotros,

donde reside y tiene su morada.





Con soberbia, rehusaron su lenguaje

y, en la cruz, lo callaron unos y otros,

más, vio su triunfo y tuvo su alborada.