Por Rafael Plaza
He olvidado la pena de tu ausencia
He olvidado momentos tormentosos
Olvidé una traición inconfesable
He olvidado los días de silencios
Y no sé si los días de vino y rosas
No recuerdo el valor de tus pulseras
Ni tampoco el color de tus vestidos
He olvidado las deudas que tuvimos
Y también las peleas de alguna noche
Cuando entraba en tu lecho y tú dormías
No me acuerdo tampoco de aquel día
Que no supe enjugar aquella lágrima
Ni recuerdo muy bien qué me dijiste
Cuando volé en solitario a un país lejano
Y tú me decías adiós con el pañuelo
He olvidado las veces que te dije:
“Quietecita yo cambio los pañales”
Y “la noche del golpe” y las mañanas
En las que llevé a los niños al colegio
Y aquellas tardes en los “caballitos”
No puedo recordar tantos y tantos
Momentos familiares en la playa
En el cine en el circo en aquel parque
Donde siempre nos sentimos tan felices
Viendo crecer aquello que era nuestro….
Pero a ti no te olvido cielo mío
No olvido tus caricias y tus besos
No olvido la mirada que me atrajo
Ni el corazón donde anidó mi risa
Ni aquellos labios que dijeron: “Entra”
Todo es ya polvo en mi memoria ajada
Menos tu voz tus risas y tu llanto
Menos tu ira no exenta de ternura
Menos tu piel rasgada por el tiempo
Menos aquello que nos hace eternos.
Madrid, España.