Siente cómo estoy muriendo por un beso,
sólo una palabra basta para que el dolor se desintegre,
una sonrisa entonces
y olvido el odio que surge a causa del
destino cruel que me pone en tu camino.
Para ti, soy como el fulgor de la esperanza,
intensa,
y temes que se escabulla
y la encierras en un frasco,
sin darte cuenta que me asfixio,
porque esta luz necesita de ti,
que la acaricies,
que la beses,
que la ames,
no es sólo el deseo,
es la maravilla de
sentir nuestros corazones
latir al contacto de la piel,
es temblar de emoción al
escuchar un suspiro,
el grito desesperado que se
apaga al detenerse en el tiempo.
Cápsula bendita
donde estamos sólo tú y yo
sin máscaras,
sin miradas acusadoras,
almas desnudas compartiendo
un solo espacio,
las palmas se unen
en una sola canción
al ritmo de la agitada respiración.
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