Si las almas sinceras quieren unir su suerte,
No admito que se impida su matrimonio fiel.
No es amor el que muda cuando mudanza advierte
O se inclina a alejarse cuando se aleja de él.
Es signo inconmovible, tan fuerte que no cede
Ante las tempestades; astro cuyo fulgor
Guía a los navegantes y, aunque medirse puede
Con precisión su altura, se ignora su valor.
El amor no es juguete del tiempo, aunque las rosas
De labios y mejillas la hoz venga a segar.
Al amor no lo alteran las horas presurosas:
Resiste hasta que llega la sentencia fatal.
Y si se me probara que estoy en un error,
Nunca escribí yo nada, ni sintió nadie amor.
Traducido del inglés por Nicolás Matienzo.
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