En la alquimia de las emociones ciertas,
cuando el fulgor de los deseos son inmaduros,
cuasi verdes como la adolescente flor de primavera.
Escondida en el farol de cielo,
oteando el labiérnago de las sensaciones
mudas, quedas y mustias;
allá donde gobiernan los sueños nocturnos,
esos que humedecen los fuegos
y dejan como tizón las ilusiones.
En ese encanto químico amalgamo
mi nostalgia con mi dolor,
y espero en el pebetero ardiente de la noche,
sólo, alucinando con la fragancia
de tus formas y yo hirsuto, desespero el tiempo,
hasta convertirlo en melancólica añoranza.
Quiero verte material,
quiero despertar de este aletargado sueño...
Me mintió tanto la vida,
hasta creo que te quiero!!!
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