martes, 3 de noviembre de 2015

El día de Todos los Santos

Anónimo

Nos iremos de la tierra

de día o de noche,

de tarde o de mañana,

con frío o calor,

al final de nuestro día,

llegará la tarde,

y tendremos que irnos,

pero volveremos.



Viajaremos como los ríos

que navegando sueñan,

se van y se ahogan

en algún lejano mar,

nos iremos en los días,

los meses y los años,

años de luz llegando

de piadosas estrellas.



Caminaremos, viajaremos en soñadas alfombras

que caprichoso, teje con nubes un suave viento;

nos guiará en la noche la estrella de los sueños,

la estrella de Belén; la que siguieron los magos.



Regresaremos a la tierra, a sus bosques y aromas

cuando florezcan en tu jardín los cempasúchiles,

y ciñan sus coronas de blancas y diminutas flores,

en las costas, imponentes y majestuosos bocotes.



Regresaremos cada día de los fieles difuntos,

el día de Todos Santos y de los Santos Inocentes,

cuando en la tierra se encuentren y perdonen,

fundidos en abrazos almas de vivos y muertos.

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