Nostálgico,
amargo trago
absorbo de este silencio frío.
Largas horas pasan
lentamente;
pesan en mi mente.
El dueto
de mi sombra y yo,
avanzan conmigo.
A tientas me acerco
a la tenue luz
que asoma entre la rendija, y
la flama de la calderuela
-para deslumbrar la negra noche-
Así…,
otear en lontananza
el halo luminoso de la luna.
Que guíe mis pasos
por las sendas más obscuras,
para que se abran…,
las flores dormidas.
Mas,
me invade cierto temor;
cansado de estos fastidioso …,
vacíos sueños,
sin recuerdos del ayer
-calendas del tiempo-
Profunda soledad siento;
alzo el breviario
que me acompaña
con una cuantas letras
-oración al infinito-
Y…, diviso
la silueta de Dios
de quien no soy yo;
¡no estoy solo!
-Mi sombra camina conmigo
No hay comentarios:
Publicar un comentario