sábado, 26 de marzo de 2016

El sacrificio inútil de Abaroa

Por la agreste región diáfana corre

Como una cinta de cristal, el Loa

Y allí cerca, bebiendo de sus aguas,

Se alza el tranquilo pueblo de Abaroa.

Una bandera tricolor señala

Que es boliviano el pueblo de Calama

Y sobre esa enseña, augusta y soberana,

Luce radiante el sol cada mañana

Un día llegan ecos de contienda.

¡Se acerca el invasor, lleno de saña!

Y se aprontan los hombres a la lucha,

A defender la Patria Boliviana.

¡Saben que han de morir! Son un puñado

Contra un ejército que viene bien armado

Su actitud es suicida y sin embargo

¡Morir! ¡Antes que esclavos! Han jurado.

Van cayendo uno a uno los valientes

Despedazados por la cruel metralla

No se han rendido y mueren resistiendo

El asalto traidor de la canalla.

Y sobre el Loa, defendiendo el puente

Se hacen asesinar los defensores…

Aún queda erguido un hombre. ¡Es un valiente

Sólo, contra la turba de invasores!.

Tiñe su sangre de rojo el río Loa.

¡Avancen! Grita el jefe de los chilenos

Pero nadie se atreve a dar un paso.

¡Tienen miedo del héroe del Topáter!

¡Ríndete! Gruñe el “malvado disfrazado”

Que recobró el valor viendo a Abaroa

Ya sin armas ¡y herido!... y que aún se opone.

A permitirle el paso sobre el Loa.

¿Rendirme, yo?...ruge el héroe agonizante

–Y restalla su voz como un trallazo

Sobre el rostro del grupo de asalto–

¡Que se rinda tu abuela! ¡So carajo!

Una descarga de fusilería

Acabó con la vida de Abaroa

Mas, el eco de su voz vibrante

Retumbará por siempre sobre el Loa.

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