Horizonte oscuro de humo y melancolía
Recuerdo los sonidos que me quedan
De tus noches
Solapa levantada
Negro puro sin estrellas
Viento enredado en las esquinas
Imagino el diamante que eres en mis manos
Recorren mis dedos los caminos que llegan a tus puertas
Espero el instante de entrar de nuevo en ti
Primero suavemente
Hasta el centro de tus lluvias inclementes
Para empaparme
Después con pasión que arremete
¿Qué magia encierran tus rincones azules
Parientes del espacio?
No olvidaré nunca
Mis huellas en tu entraña
Ni las tres siluetas de nieve
Que hipnotizan mis sentidos
Te he caminado tanto
Que me quedé contigo
En la memoria de los hombres
Agotados de hacerte
Qué extraño es el hechizo que me llama
Ciudad nacida de la guerra
Que tengo los minutos inundados de desearte
Los labios secos sin tu valle
Detrás del altiplano
Desparramada
Como cayendo
Me esperas
Porque siempre esperas los cuerpos de tu cuerpo
Porque sabes que la muerte se hace amiga
Debajo de tus cerros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario