martes, 26 de julio de 2016

Poesía boliviana: Youkali



Augusto Jordan Quiroga (*)

VI
En liturgia ancestral indiferente al tiempo
el calendario muda sus vestiduras
prisa puntual de relojero
no se detiene ante el gemido helado
ni en el ritual obsceno del otoño.
Sólo hay un tiempo que lo turba y que lo troca
Aquél, en que el leve rocío tempranero
hurta a la luna sus encantos,
y prohíja tu nombre y su aroma.
Amalgama de arcilla y arco iris
Tu cuna rivera fecunda de dicha.
Entorno de bosques coloridos.
Marcha nupcial de primavera.
Eres Septiembre.
En el paraíso de tus ojos, comienza la creación
Límpida tu mirada, enreda el sortilegio
Del encanto y el prodigio.
Las horas son compases marcando
la espera del eco sonoro de tu risa,
del mendrugo que sabe a gloria eterna.
tinieblas tu ausencia
cobijan la tristeza en gotas de lluvia.

VII
En la otra orilla del páramo inalcanzable
el viejo muro de piedra encallecida
implora el ósculo de la hiedra,
más La piedra es siempre piedra
aún en medio de las olas,
vana ilusión de ser pez o espuma,
enajenado sueño
perseguir a las sirenas.
Al soldado que entierra sus armas en la arena
no le espera la victoria de tu voz
ni el reposo en tu hamaca.
Le resta la huella de tus pies o tu sandalia,
murmurar tu nombre
que le sabe a primavera, huele a incienso.
Ahí es cuando el amor, tiene posada.



(*) El autor es abogado y escritor.

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