domingo, 2 de diciembre de 2012

ANTES DEL COMIENZO


De: Octavio Paz



Ruidos confusos, claridad incierta

Otro día comienza.

Es un cuarto en penumbra

y dos cuerpos tendidos.

En mi frente me pierdo

por un llano sin nadie.

Ya las horas afilan sus navajas.

Pero a mi lado tú respiras;

entrañable y remota

fluyes y no te mueves.

Inaccesible si te pienso,

con los ojos te palpo,

te miro con las manos.

Los sueños nos separan

y la sangre nos junta:

somos un río de latidos.

Bajo tus párpados madura

la semilla del sol.



El mundo

no es real todavía,

el tiempo duda.

Sólo es cierto

el calor de tu piel.

En tu respiración escucho

la marea del ser,

la sílaba olvidada del comienzo.

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