martes, 20 de diciembre de 2011

Impotencia

Nunca había llorado por impotencia pero hoy sí… Al ver y sentir la ignorancia de mi tierra, de la que soy y somos parte. Que dolor, que deseos de gritar al viento, sabiendo que nada lo llevará a ser mejor.
Parece ser tarde para unos. Pero qué será para los que son gotas de nosotros.
Quisiera poder ver el sueño de los ángeles. Y soñar con ellos con un hermoso amanecer, donde todos podamos crecer a algo más.
Y ver el sol del futuro en un bello atardecer. Dejaré las lágrimas porque son del cielo.
Aún acá me llenaré de amor para comprender, al que no pudo saber y por eso hizo sufrir sin querer.
Dios me dé paciencia y ternura para acariciar a ese ser.
María Luisa Mulder Roca

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