Ya pasó un tiempo, cada uno vivió lo que tenía que vivir, lloró lo que tenía que llorar, rió lo que tenía que reír, y sigo creyendo firmemente que eres la mujer para mi.
Parece que nuestros caminos van en diferente dirección, y que la vida se empreñó en no darnos ninguna oportunidad para volver a estar juntos.
Estaré lejos un tiempo, pero voy a volver por ti, si es que Dios así lo permite, si no te marchas al infinito y si en el atardecer de mi vida no cambio de camino, voy a volver para que bailes definitivamente en el escenario de mi corazón.
Mi niña, te reconocí y no me quedó otra que rendirme de nuevo ante ti. Te confieso que puedo vivir sin ti, pero quiero vivir a tu lado; que puedo recorrer el mundo sin ti, pero quiero recorrerlo contigo; que puedo alcanzar lo más alto sin ti, pero quiero alcanzarlo contigo.
Algo me dice que tú piensas y sientes lo mismo. Hasta pronto M.V.M.
José Carlos Acosta Mercado
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