Conde de Villamedia
Ofensas son, señora, las que veo,
hechas a vuestras grandes perfecciones,
porque donde acredita sus pasiones
sólo amor las escribe y yo las leo.
Vencido queda el arte del deseo,
los imposibles dando por razones,
y en esta fe tan libre de opiniones
fundo lo que de vos no alcanzo y creo.
Si en lo menos se pierde más el tino,
en lo más, ¿qué será de aquel traslado
que procura sacar el arte en vano?
Sólo yo tengo aquel tan peregrino
en que el original no está agraviado,
hecho en mi corazón por vuestra mano.
Apegado a mí
De: Gabriela Mistral
Velloncito de mi carne,
que en mi entraña yo tejí,
velloncito friolento,
¡duérmete apegado a mí!
La perdiz duerme en el trébol
escuchándole latir:
no te turben mis alientos,
¡duérmete apegado a mí!
Hierbecita temblorosa
asombrada de vivir,
no te sueltes de mi pecho:
¡duérmete apegado a mí!
Yo que todo lo he perdido
ahora tiemblo de dormir.
No resbales de mi brazo:
¡duérmete apegado a mí!
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