miércoles, 18 de abril de 2012

Gracias

Le doy gracias a Dios
por tener al padre
más lindo,
cariñoso,
simpático
y dulce.
Cuando me despierto
veo a mi papá,
me dice buenos días
con una voz
dulce y tierna.
Papito precioso,
si no estuvieras conmigo
¡qué fuera de mí!
Porque yo no viviría
sin usted papito.
Papito, si te enfermás,
yo te cuidaré
como nadie jamás,
porque te quiero
con todo el corazón.
Papito,
si te vas me voy también,
nunca te voy a dejar
por nada del mundo.
Gracias a Dios
por mi familia.
Es una bendición
mantener la unidad
en el hogar,
entre todos
en la casa.
Gracias Señor,
muchas gracias.
María F. Sosa Surubí

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