martes, 11 de abril de 2017

El despertar del niño

Sinesio Delgado

Me hace daño la luz de la ventana;

debe estar la mañana muy hermosa.

Voy a pedir a mi mamá una cosa:

que me lleve a la Quinta una mañana.

Si se convence de que tengo gana,

me pone el traje de color rosa.

Echo mano a cualquiera mariposa,

y hago un regalo espléndido a mi hermana.

Pero, ¿por qué no viene a darme el beso?

¿No se habrá levantado todavía?

¿Querrá dejarme en la camita preso?

¡No! Ya siento sus pasos. . . ¡Virgen mía!

De todo me acordaba, menos de eso:

¡de la esponja y del jarro de agua fría!

1 comentario:

  1. Tomarme con esta poesía hoy en este momento es lo más hermoso que pudo pasarme. No tengo el recuerdo de una madre tierna o amorosa y por mucho tiempo la juzgue y recrimine, sin embargo le canto y recito a mis hijos una ronda que nunca olvido, un poema que repito con mucho amor que habla de familia y esta poesía que solo recordaba partes y si las aprendí es porque las repitió muchas veces por lo tanto ... Si me quiso

    ResponderEliminar