Todas las noches te busco en el rincón de mi garganta,
todo el silencio conspira para nombrarte en calma,
todo el viento trae hojas, remolino, futuro, brasas,
presente, muelles viejos, puertos nuevos, nostalgias ,
de donde zarpa el pecho, para recalar en tus anclas.
Son semillas prometidas con un sentir de guitarras.
Toda la noche anduve… de par en par por el alma.
Es sendero que acompaña las veletas que alcanzan
a señalar nortes, cuando el gallo canta al alba.
Todas las noches toca en “mi”, la bordona callada…
es de lejanas cuerdas, la esperanza cuando canta.
Suelo abrigar por las noches una zamba atravesada
entre veredas porteñas, si se hace campo la aguada.
Todas las noches te busco agazapada en la palabra.
Todas las noches se me hace arco quebrado la espalda,
se me hace como zafra de sudor y de labranza
imaginando tus brazos recorriendo mis ansias.
Son lloviznas de agujas que se clavan en llamas,
son torrentes de nieve que juegan a ser lava.
Todas las noches perfumo de brisa mis sábanas,
en la Cruz del Sur de una sombra que se alarga
el pincel que pinta tu poesía madrugada
el taller en penumbras y en el verso de tu alma.
Toda la noche te llevo, subrepticiamente a mis ganas.
ARGENPRESS CULTURAL
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