Espumas palpitantes del cielo,
risas florecientes de nuestras vidas,
maravillosas metáforas divinas y mágicas,
luciérnagas en nuestro andar.
No sería bella la vida
si no naciera de su mundo infantil,
fuente poética, rumor de versos,
veta inagotable y universal del amor sublime
que forma un racimo de sueños
fulminado días grises y con tinieblas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario