negrita del barrio mío
enjuagando en el rocío
mis pinceles insensatos.
Quiero pintar tus ojazos
llenos de luces serenas,
tan negros como las penas,
con ardores de solazos.
En el rojo de tu boca,
negrita del barrio mío,
quiero pintar con rocío
esa especie de ansia loca.
De reírte y de reírte,
dándote por convencida
que los dardos de la vida
no conseguirán herirte.
Quiero pintar en tus trenzas,
-si me ayuda la fortuna-,
el momento en que la luna,
con sus pasiones intensas.
Las besa eternidades
y de paso las perfuma
dándoles con gracia suma
sus mágicas claridades
Negrita del barrio mío,
en tu cuerpo de alabastro
quiero hacer brillar los astros
y las frescuras del río
Y por gracias portentosas,
no propias de los humanos,
quiero pintarte las manos
como manojos de rosas.
Cuando de cerca te miro,
de mil encantos, gloriosa,
quiero pintarte de diosa
y leve como un suspiro.
Negrita del barrio mío
¿serán mis rasgos tan fieles
si solo tengo pinceles
Mojados en rocío?...
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