El reloj también tiene su lenguaje.
Lenguaje que sólo entienden
las almas meditativas
que dialogan con el silencio,
y que en el lento girar de sus manecillas
va escribiendo una página distinta
para cada edad del hombre.
II
Hay una extraña elocuencia
en la musicalidad de su tic-tac...
que apacigua la impaciencia de un niño
en su ansia de ser hombre,
y luego, cuando la adolescencia da paso
a una juventud esplendorosa y magnífica,
el joven adivina
en el monótono canto de las horas
un nuevo mensaje
III
Es una clarinada sonora
llamando a la lucha.
La voz de las horas que nos incitan
a la lid heroica y sublime
que emprende el hombre
en la conquista de sí mismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario