Muestra en la frente huellas profundas
Herencia noble de sus jornadas,
Y sus dos manos: rústicas, fuertes
De honrosos callos tiene marcadas.
Sin él las máquinas que trabajan
Para vestirnos y darnos pan,
Jamás podrían nada,
Pues si se mueven es por su afán.
Por eso, niños, aunque las ropas
Por el trabajo lleve manchadas
Tened presente: son esas manchas
Timbre de orgullo: manchas honradas.
El Trabajo
De Clodomiro Castilla
Es tuya toda gloria en el humano
Progreso de la especie, y toda vida:
En la rueda del tiempo sostenida
La humanidad va siempre de tu mano.
Tú la alimentas con el rubio grano
Que da la tierra, por tu azada herida,
Y está por ti su desnudez vestida
Con las brillantes hebras del gusano.
Te debe a ti la humanidad entera
Su pan, su luz, su bien, su amor, su ciencia
Y cuanto dicha disfrutó aquí abajo.
Por eso, en cada surco debiera
Ensalzar su segunda providencia
A ti glorificándote ¡Oh trabajo!
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