Nacía el brillante sol,
deslumbrando a las aguas del río
que murmuraba, sobre su suave lecho,
un dulce canto de amor…
Sensual, la montaña ofrecía
sus senos pletóricos de roca y verdor,
a los agrestes pajonales
que cantaban gorjeando, su melancólico son…
Libando el dulce néctar
de la fresca lluvia,
una breve nube viajera
cantaba su canción de cuna,
a la noche que se dormía
sobre la tibia piel
de la tierra…
No hay comentarios:
Publicar un comentario