miércoles, 23 de mayo de 2012

MAESTRO, DEBER CUMPLIDO

De: Sebastián Moya J.



Cuál sutil efluvio de sapiencia

cunde en el aula

esas ansias de forjar

nuevos hombres.



Niñas y niños

con avidez de nuevos conocimientos,

encuentran calidez en su maestro

fuente de nobles sentimientos.



Muy sagaz en esquivar

urgentes llamados de reposo,

pues su templada voluntad

le hacía más vigoroso.



De afán permanente por transmitir

de la ciencia sus verdades

con paciencia a caudales

del maestro es su vivir.



Y tras ese largo transcurrir

en su cotidiano templo del saber

de sus alumnos con amor y

en unicidad del pensamiento

le place oír, con serena satisfacción,

¡deber cumplido, querido maestro!

No hay comentarios:

Publicar un comentario