cuando de verdad era
todo un privilegio
jugar ‘a las bolas con cualquiera...’
Tiempos lindos de la ‘tuja’,
de los hondos barriales,
de los duendes y las brujas,
de ‘tomines’ y ‘reales’.
Qué importaba si la nota
mala era,
cuando había una pelota
rebotando en la acera,
o un ‘topo’
que de mano en mano iba,
con tres plumas en el jopo,
más arriba... más arriba...
Tiempos lindos del ‘sirari’
apretado en un puño,
‘par o nonis’... En El Pari
esa tarde era ‘el chuño’.
Por un quinto,
una penga de guineo,
voces, risas, labertinto,
la campana y el recreo.
¡Yo quería ver a Dios!
Yo quería verlo al fin
y de El me iba en pos
con mi rojo ‘volantín’.
¡Sube y sube... sonreía,
mas llegando hasta la nube
algún rayo me lo hería,
mala suerte la que tuve!...
Se abatía,
como herido un colibrí,
y yo entonces me decía:
“Dios no quiere verme a mí”,
Tiempos lindos los de antes
que pasaron una vez;
No te olvides,
cuando cantes, ¡cántales!...
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