miércoles, 26 de octubre de 2011

A Santa Cruz

Veinticuatro de septiembre,
fiesta departamental de
nuestra tierra hermosa
del gran llano oriental.
Santa Cruz de la Sierra,
Santa Cruz y su verdor,
nombre bendito del madero
donde murió nuestro señor.
El perfume de tus flores,
tus bosques, el tajibo,
toborochi y el nogal,
la belleza de tus mujeres
sos el paraíso terrenal.
Santa Cruz de antaño,
¡cuánto añoro yo!
Tu vida sencilla,
ese tiempo se acabó.
Las arenas de tus calles
y tus altos corredores,
se convirtieron en losetas
y ruido de motores.
La gran familia cruceña,
toda se dispersó,
los jaúsis huyeron
ya no canta el guajojó.
Santa Cruz,
¡cuánta pena me da!
De aquellos hermosos años
con el narcotráfico
te hicieron mucho daño.
Tierra madre cual ninguna,
ahora ciudad cosmopolita,
recibes en tu seno gringos,
collas y menonitas…
Sos el maná del cielo,
milagro del Señor,
alimentas a propios
y extraños
con verdadero amor.
Palabras sabias de Rómulo Gómez: Es ley del cruceño
la hospitalidad.
Mercedes Peña Sandóval

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