De: Viviana Garrón
Si alguien pudiera ver dentro de mí ser
en los pasajes de septiembre negro
cuando esa vez se oscureció mi alma
y un llanto de culpa cubrió mi vida…
verían sangrar los recovecos de mis paredes blancas.
Así te fuiste de mi lado
para nunca más volver
ocho meses en mi vientre
escuchando mi suave voz que te cantaba con embeleso
más oías en silencio apretando tu pequeño puño
dando vueltas en mi ser sintiendo amor materno.
Más mí amado hijo
tu llanto fue quebrantado, naciste aquel día
¡¡y te arrancaron de mis brazos!!
El oxígeno tan noble y puro no te pudo despertar
y aunque tú luchaste ángel mío, no pudiste respirar,
y mi ímpetu bravío quedó en agonía.
La mirada inmisericorde del galeno negligente
indeciso y cobarde me marchito ese día,
más no crean que lo olvido al pedacito de mi ser
mi alma está sumergida en dolor y llanto
mis paisajes no serán jamás perfectos
mis portales florecerán viendo nuevas primaveras
y siempre habrá en mi sendero una blanca florecita
que me acompañe por el paraje hacia tu sonrisa
si pudieran ver dentro de mi ser
en los paisajes de mi alma, verían a mi hijo amado
que jamás he olvidado.
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