De: Norma Campero Gutiérrez
Una transparente niebla,
blanca y brillante.
rodea mi pensar,
pues ya nada queda.
A veces no es blanca,
es una oscura manta,
que envuelve mis sentidos,
que amarga mi alma.
Al final no queda nada,
sólo un algo atrás,
que se esfuma cada vez más,
como una historia sin final.
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