en un letrero en el fondo
escrito con rasgos redondos:
“Hoy a nadie aquí se fía…”
Y era verdad verdadera
lo de a nadie aquí se fía
que con buena ortografía
lo firmaba la pulpera.
También clarito leí,
escrito por la pulpera:
trampas, señores, ¡fuera!
¡Ni del rey las quiero aquí!...
-Es que dice mi mamita
que le fíe dos molletes
y que vendrá con billetes
a saldarle la cuentita.
-A tu mamita a decirle andá
que aquí no se fía nada
porque es la recta forzada
que parte en dos la amistad.
Si le cobro lo del fío
tras la semana o el mes.
responderá “vos creés
que de plata soy un río…
Y yo, detrás de mi puerta,
aparte mi buena fama,
sólo cuento con mi cama
que me acogerá bien muerta.
Una vez, sólo una vez,
di fiada una cosilla,
me quedé hasta sin sillas
y con la vida al revés.
Desde entonces yo no quiero
dar al fío nada, nada,
mejor cosas desechadas
y por siempre al basurero
Que fiadas a un vivillo,
de los que hay a montones
Con batas y pantalones
Y todos sin calzoncillos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario