miércoles, 26 de junio de 2013

Poema del fin

Como la piedra afila el cuchillo,

Como se desliza el serrín al barrer,

Así, aterciopelada, la piel

Húmeda súbitamente en los dedos.



Oh dobles -coraje, sequedad-

De los hombres, ¿dónde estáis,

Si en mis palmas hallo lágrimas

Y no lluvia?



El agua es de la fortuna,

¿Qué más podría desear?

Si tus ojos son diamantes

Que se vierten en mis palmas,



Ya no pierdo

Nada. Fin del fin.

Caricias, caricias

-Acaricio tus mejillas.



Somos así, orgullosas

Y polacas -Marina-,

Cuando en mis manos llueven

Ojos de águila:



¿Lloras? Mi amor,

Mi todo: perdóname.

Trozos de sal

Caen en mis palmas.



Llanto de hombre, veta

Que en la cabeza retiembla.

Llora. Otra te devolverá

La vergüenza que te hice dejar.



Somos dos peces

Del mis-mí-si-mo mar.

Dos conchas muertas

Labio contra labio.



Todo lágrimas.

Sabor

A armuelle.

-¿Y mañana

Cuando

Despierte?


Marina Ivánovna Tsvetáyeva

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